Nuestro tributo de admiración y despedida a
Carmen Belén Richardson (1938-2012):
primera figura negra en la televisión boricua
Por Miguel López Ortiz
Director de KooltourActiva
Los puertorriqueños acabamos de despedir de la vida terrenal a una artista a quien, sin duda, echaremos de menos indefinidamente. No sólo por su excelencia profesional, sino porque fue figura representativa de la época esplendorosa de la televisión nacional, medio al cual se vinculó desde su estreno. Me refiero a Carmen Belén Richardson. Un gran sector del público - posiblemente la inmensa mayoría de quienes tuvieron la dicha de disfrutar de su trabajo - siempre la identificarían como comediante. Pero, son muchos, entre los que me cuento, que consideran que sus mejores aciertos se los acreditó en el campo dramático.
De todas maneras, independientemente del género actoral en que se desenvolviera y de su sexo, un significativo mérito le corresponde sin discusión: fue la primera figura de raza negra que apareció en la pantalla chica boricua y la que más constante y prolongada trayectoria desarrolló ante sus cámaras.
Durante mi etapa de dos décadas como director de la revista Artistas tuve oportunidad de entrevistarla varias veces. La última vez que tuve oportunidad de hacerlo fue en su hogar, en Río Piedras, hace trece años, para la edición 1548 de la revista VEA correspondiente a la semana del 11 al 17 de abril de 1999, para la que entonces este reportero ocupaba el mismo cargo. Ella ya lleva tiempo retirada de los escenarios debido a serios problemas de salud. A continuación reproduzco aquella entrevista, que tuvo el titular Quiere volver a la televisión y, en la portada, Carmen Belén Richardson quiere volver a la televisión curada de su enfermedad. Ahí les va:
Desde 1997, la vida de Carmen Belén Richardson ha cambiado tan significativamente que hasta ha implicado su retiro del ambiente artístico. Porque hacía ya largo tiempo que se le había manifestado el mal de fibromialgia - rara enfermedad que afecta el sistema neurológico provocando fatiga y dolor permanente en todo el cuerpo - , por lo que el 18 de enero de aquel año se motivó a instituir la fundación que lleva su nombre y que, entre otras cosas, se dedica a orientar a las víctimas de dicho padecimiento.
Poco tiempo después, su esposo durante 37 años, Miguel Ángel Flores, falleció al caerse del techo de su residencia en Guaynabo que, precisamente, sirve de sede a su institución, mientras trataba de destapar un desagüe. “El contaba 62 años, aunque lucía mucho más joven. Perderlo de esa manera fue un golpe tan duro para mí, que caí en una profunda depresión. Sólo mi fe en Dios me ha mantenido viviendo”, expresa a VEA con voz muy queda. Fue en 1997, además, cuando apareció en televisión por última vez.
“Después que participé en dos especiales de nostalgia para Tommy Muñiz, en los que se recreaba la época de El Colegio de la Alegría y Esto no tiene nombre, no volví a hacer nada más. Porque, realmente, no puedo”, subraya con un dejo de tristeza.
Sus males se remontan a hace una década.
“La última telenovela en que actué fue Natalia, que Á ngela Meyer produjo hace casi diez años. Recuerdo que le pedí que me matara en la trama… o yo me moría”, nos dice. Hoy la Fundación Carmen Belén Richardson Contra el Síndrome de Fibromialgia y Fatiga Crónica, Inc. ocupa todo su empeño.
Un médico llegó a decirle que, por su padecimientode fibromialgia, posiblemente no volvería a caminar.
“Hasta hace pocos años, a este padecimiento se le conocía como fibrosis o fibrositis y no estaba catalogado como enfermedad. Fue en 1976 cuando por fin fueron creados criterios para su diagnóstico en el Colegio Americano de Reumatología, suendo allí donde se le adjudicó su actual nombre. La mayoría de los pacientes siente intenso dolor y rigidez en el cuello, hombros, espalda, zona lumbar y caderas”, explica.
Agrega nuestra entrevistada que, como ha sido su caso, las víctimas suelen padecer, incluso, de fuertes períodos de pérdida de memoria. “En Puerto rico hay un promedio de 1,300 pacientes de fibromialgia, de los cuales más de 300 han recibido orientación en nuestra fundación, ya que cuento con un equipo de profesionales especializados que me ayudan. Yo también recibo tratamiento. De hecho, mi cama es especial. Tiene que ser dura, que no haga hoyo cuando me acuesto, cuestión de que mi cuerpo se acomode debidamente”, detalla.
Carmen Belén revela a continuación que, al principio, ignoraba cuál era el mal que la atormentaba. “Acudí a varios médicos y uno llegó al extremo de decirme que, seguramente, no volvería a caminar. Cuando escuché eso, decidí visitar el Hospital Einstein, en Manhattan, Nueva York. Allí me informaron exactamente lo que tenía y me sometieron a terapias”, rememora, añadiendo que debe ingerir pastillas “para todo” - especialmente antidepresivos y para el sistema nervioso - y que, en Estados Unidos, la fibromialgia suele ser denominada “el mal de Cher”, ya que esa célebre cantante y actriz es, posiblemente, la paciente de la enfermedad más conocida de la Nación.
Sin embargo, Carmen Belén Richardson no pierde la esperanza de retornar a la pantalla chica. “No será fácil, pero confío en aliviarme bastante. Es algp que le pido a Dios con mucha fe y por lo que asisto, siempre que mis fuerzas me lo permiten, a la Iglesia Bautista que está en la Avenida Eleonor Roosevelt”, subraya.
Inició su carrera en WNEL Radio a los trece años de edady se hizo famosa con el personaje de «Lirio Blanco»en El Colegio de la Alegría, en WAPA TV, a partir de 1956.
Haciendo un recuento de la que fuera su brillante trayectoria artística, relata que se inició a la edad de trece años en las radionovelas que se originaban en la emisora sanjuanera WNEL. De allí pasó a la WIAC, en su natal Santurce, donde participó en espacios de diversa índole, especialmente humorísticos, compartiendo con José Miguel Agrelot y otros nuevos valores que luego serían sus compañeros durante la etapa esplendorosa de WAPA TV. En aquella planta fue que Tommy Muñiz se estrenó como libretista y productor. Cabe señalarse que WIAC era propiedad del publicista Félix Muñiz Suoffront, tío de Tommy y también fundador de la firma West Indies Advertising Company, cuyas iniciales servían de siglas a su emisora.
“Como se trataba de la radio y el público no nos veía, siendo una adolescente pude interpretar a las madres de Felipe Rodríguez «La Voz» y José Antonio Salamán, dos cantantes que eran mucho mayores que yo. Resulta que allí hicieron una serie sobre las vidas de los cantantes de moda y ellos eran los más pegados. Les estoy hablando, más o menos, de 1954”, recuerda sonreída.
Durante aquella época se inauguró la televisión en Puerto Rico y Carmen Belén no demoró en ser reclamada, convirtiéndose, posiblemente, en la primera actriz negra boricua en llegar a este medio.“Pero, de primera intención, me desencanté. Porque vi que todas las escenas se hacían en unos estudios pequeñitos y la magia que generaba la radio haciendo que los oyentes usaran la imaginación para ubicar los paisajes donde se desarrollaban las historias, se perdía por completo. Claro, después me acostumbré”, aservera riendo mientras se desplaza por su hogar caminando muy lentamente.
La pantalla chica, empero, sería su escenario definitivo. En la vieja WAPA TV - hoy identificada como Televicentro - se hizo popularísima caracterizando a «Lirio Blanco» en la comedia El Colegio de la Alegría, que era uno de los segmentos de El show del mediodía. En dicha televisora, curiosamente, laboró más en espacios cómicos, mientras que en Telemundo / Canal 2 y en WLII TV / Canal 11 - o TeleOnce - tendría mayor oportunidad de demostrar su talento dramático en gran número de telenovelas, dando vida a personajes de reparto.
Intervino en cinco telenovelas mexicanas.
Uno de sus mayores orgullos lo constituye haber interpretado personajes de envergadura en tres de las producciones de Televisa (México) más exitosas durante la década de los ‘80 y que se emitieron en gran parte del mundo. Estas fueron: El hogar que yo robé - con Angélica Aragón, Angélica María, Juan Ferrara y Gregorio Casal - (1981); El maleficio - protagonizada por Ernesto Alonso, Susana Dosamantes, Jacqueline Andere, Humberto Zurita y Norma Herrera - (1983) y Guadalupe (1985), que tuvo como figuras estelares a los entonces esposos Alma Delfina y Jaime Garza. También tuvo papeles menores en Soledad (1981) y Amalia Batista (1983), ambas producidas por Valentín Pimpstein y dirigidas por Rafael Banquells y Gilberto Macín, respectivamente.
“Querían que yo me quedara en México, pero ya empezaba a extrañar a Puerto Rico y a sentirme enferma. Sin embargo, la experiencia que viví en ese país fue maravillosa. Los productores con quienes trabajé, Ernesto Alonso y Valentín Pimpstein, me manifestaban respeto por mi trabajo. Es algo que jamás olvidaré”, concluye Carmen Belén Richardson - madre de tres hijas: Walesa (médico, doctorada en México), la mayor y adoptiva, Migbel y Edda - , quien vive del Seguro Social y comparte su amplia residencia con su progenitora Carmen Becerril, su tía Juanita y tres perritos poodle.
Lo más relevante de su historial artístico:
Telenovelas en Puerto Rico:
Las almas no tienen color (WAPA TV / Canal 4, 1969-1970). Director: Mario Torres. Protagonistas: Johanna Rosaly, Miguelángel Suárez, Sharon Riley, Héctor Travieso y César Augusto Cestero.
Cuando los hijos condenan (WAPA TV / Canal 4, 1970). Director: Mario Torres. Protagonistas: Marta Romero, Daniel Lugo, Sharon Riley, Carlos Augusto Cestero, Roberto Rivera Negrón, Delia Esther Quiñones y Madeline Willemsen.
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El silencio los condena (WAPA TV / Canal 4, 1972). Director: Mario Torres. Protagonistas: Carlos Augusto Cestero, Á lida Arizmendi y Awilda Carbia. Con Roberto Rivera Negrón, Marcos Betancourt, Orlando Rodríguez, Rafael Enrique Saldaña y Madeline Willemsen en papeles primarios.
Mi querida Sylvia (WKBM TV / Canal 11, 1978). Director: Raúl Nacer. Protagonistas: Marilyn Pupo y Daniel Lugo.
Los dedos de la mano (WIPR TV / Canal 6, 1978). Director: Edmundo Rivera Álvarez. Protagonistas: Gladys Rodríguez, Pedro Juan Figueroa, Juan Carlos Santa Cruz, Esther Sandoval, Carlos Augusto Cestero, Martita Martínez e Iris Martínez.
Anacaona (Telemundo / Canal 2, 1979). Director: Martín Clutet. Protagonistas: Marilyn Pupo, Martín Lantigua, Alba Nydia Díaz, Maribella García y Luis Abreu. Personaje : «Belén».
Marta Lloréns (Telemundo / Canal 2, 1979). Director: Martín Clutet. Protagonistas: Gladys Rodríguez y Juan José Camero, Á ngela Meyer, Luis Abreu y Maribella García. Personaje: «Mamá Luz». Este melodrama marcó debut televisivo de Sully Díaz.
Ariana (Telemundo / Canal 2, 1980). Director: Martín Clutet. Protagonistas: Gladys Rodríguez y Arnaldo Andrés. Marcó debut televisivo de Giselle Blondet.
El ídolo (Telemundo / Canal 2, 1980). Director: Martín Clutet. Protagonistas: José Luis Rodríguez «El Puma» y Marilyn Pupo. Con Lucy Boscana, Giselle Blondet y Junior Á lvarez. Personaje: «Caridad Carvajal».
Rojo verano (Telemundo / Canal 2, 1980). Director: Martín Clutet. Protagonistas: Gladys Rodríguez, Rogelio Guerra, Giselle Blondet y Rolando Barral. Personaje: «Sor Teresa».
Julieta (Telemundo / Canal 2, 1982). Director: Martín Clutet. Protagonistas: Giselle Blondet, Arnaldo André y Luis Daniel Rivera.
Tanairí (Telemundo / Canal 2, 1985). Director: Pablo Frankel. Protagonistas: Von Marie Méndez y Juan Ferrara. Personaje: «Mariba».
Cadenas de amor (Telemundo / Canal 2, 1986 ). Protagonistas: Daniel Lugo y Nydia Caro. Con Lucy Boscana, Alba Nydia Díaz y Pedro Orlando Torres es papeles primarios.
Preciosa (Telemundo / Canal 2, 1986). Director: Martín Clutet. Protagonistas: Von Marie Méndez y Rogelio Guerra.
Ave de paso (WLII TV / Canal 11, 1987). Director: Martín Clutet. Protagonistas: Claribel Medina, Pablo Alarcón, Junior Álvarez, Germán Kraus y Yolandita Monge.
La isla (WLII TV / Canal 11, 1987). Director: Martín Clutet. Protagonistas: Giselle Blondet, Pablo Alarcón, Gladys Rodríguez, Luis Daniel Rivera, Víctor Junco, Claribel Medina, Marilyn Pupo, Ricardo Palmerola y Luis Uribe.
La otra (WLII TV / Canal 11, 1988). Director: Martín Clutet. Protagonistas: Claribel Medina, Carlos Vives, Junior Á lvarez, Elia Enid Cadilla y Yasmín Pereira.
Yara prohibida (WLII TV / Canal 11, 1988). Director: Martín Clutet. Protagonistas: Flor Núñez y Luis Daniel Rivera.
Natalia (Telemundo / Canal 2, 1992). Director: Martín Clutet. Protagonistas: Linnette Torres y Edwin Francisco Rivera.
Telecomedias:
El Colegio de la Alegría (WAPA-TV / Canal 4). Tres etapas: como segmento de Telefiesta de la tarde (1956-1963); como segmento de El show del mediodía - el mismo espacio anterior, pero con nuevo nombre - , que fue el ciclo más exitoso (1964-1967) y como programa independiente (1979). Aunque Tommy Muñiz, también libretista, era «El Maestro» oficial, durante el segundo período tuvo, por breves temporadas, otros dos de lujo: los cantantes Bobby Capó y Tito Rodríguez, entonces en las cúspides de sus carreras. Fue en esta serie cómica, que tuvo como antecesora a El Profesor Colgate en Telemundo, que surgió su personaje de «Lirio Blanco». Los peculiares alumnos eran José Miguel Agrelot («Torito Fuertes»); Roberto Pérez Navarro («Sócrates Estofón»); Andrés «Andy» Muñiz («Vale Cuatro»); Gloria María Negrón («Teresita Másquecome»); Eurípides Ríos («Eurípides») e Isabelita Navedo («La Jiribobia»).
Hogar, dulce hogar (WAPA TV / Canal 4, 1958-1962). Protagonistas: Tommy Muñiz, Luz Odilia Font y los niños René Torres e Ina Cumpiano. Personaje: «María Antonieta de los Á ngeles Monroig López».
La criada malcriada (1965-1973). Segmento de El show del mediodía, entonces con Norma Candal («Petunia»), que había reemplazado a Velda González («Azucena del Campo y Castillo») en el personaje titular. Caracterizaba a «Jazmín».
Esto no tiene nombre (WAPA TV / Canal 4, 1969-1979). Daba vida a personajes diversos, especialmente parodiando a Ángela Davis (la más notable activista pro derechos civiles de la época); Roberta Flack (estrella del R& B) y a otras personalidades negras.
Ja já-ji-jí-jo-jó con Agrelot (WAPA TV / Canal 4, 1970-1973). Caracterizaba distintos personajes.
Ahí va eso (WLUZ TV / Canal 7, 1979-1980). Producciones ASTRA. Con Jacobo Morales, Norma Candal, Awilda Carbia, Samuel Molina y otros destacados humoristas.
Sin ton ni son (WLUZ TV / Canal 7, 1979-1980). Producciones ASTRA. Con, básicamente, el mismo elenco que el anterior.
Programa familiar (o talk show):
Ellas al mediodía (WLII TV / Canal 11, 1989-1992). Con Ángela Meyer, Camille Carrión (éstas dos, también productoras), Margot Debén y Marilyn Pupo.
Para el récord:
Carmen Belén Richardson, quien se identificaba como riopedrense a pesar de haber visto la primera luz en Santurce, aseveró a este periodista haber nacido el 14 de septiembre de 1938. Otras fuentes ubican la fecha en 1933 o en 1930.
Cursó sus grados elementales regulares en la Escuela Julián E. Blanco en el Viejo San Juan y en la Escuela Rafael María De Labra, en la Parada 18. De allí pasó a la Escuela Superior Central, en la Parada 21. Fue en funciones escolares que hizo sus pinitos artísticos como declamadora.
A tribuía a su primo Ángel Richardson, famoso locutor que tras acumular un notable historial en emisoras sanjuaneras prosiguió su carrera, con mucho mayor éxito, en la radio hispana de Nueva York - entre otras, laboró en la importante WADO 1280 AM durante 22 años (1975- 1997) - haber sido el vehículo que la introdujo en el medio radial, donde inició su trayectoria como actriz. Resulta que, cuando ella cursaba el noveno grado, en la emisora WNEL se realizaron audiciones para reclutar a jóvenes aspirantes actores para, después de prepararlos en materia de Actuación Dramática y proyección ante el micrófono, incorporlos a los elencos de algunos programas que la dirección de la estación tenía en proyecto. Para su suerte, Ángel trabajaba allí. Él la llevó y la presentó al director, a quien ya se la había recomendado, garantizándole que su prima era “un portento de talento”. Demás estaría decir que Carmen Belén no lo hizo quedar mal.
Mientras cursaba sus grados académicos regulares en la Escuela Superior Central, perteneció al Club Dramático de dicho plantel y, durante una representación teatral con aquel grupo, fue vista por el eminente escritor español Juan Ramón Jiménez - Premio Nobel de Literatura 1956 - , quien la colmó de elogios y la exhortó a que ingresara al entonces recién instituido Departamento de Drama de la Universidad de Puerto Rico luego de que obtuviera su diploma de Secundaria, insistiéndole en que le aguardaba un gran futuro como actriz. Ella, que a la sazón contaba catorce años de edad, acató su consejo. Dicho sea de paso, ya alternaba sus estudios regulares con su trabajo en WNEL Radio.
Además de formarse como actriz en el Departamento de Drama bajo la tutela de Leopoldo Santiago Lavandero, en la UPR obtuvo Bachillerato en Sicología con concentración en Pedagogía.
Llegó a la televisión de la mano del actor, libretista y productor Tommy Muñiz tan pronto se inauguró Telemundo / Canal 2, en marzo de 1954. Cuando éste mudó sus cuarteles generales a WAPA TV / Canal 4 en 1956, lo siguió, siendo desde entonces integrante de su legendaria “Piña”. Regresaría a Telemundo 23 años más tarde, 1979, para incorporarse a los elencos del segundo ciclo de telenovelas que tal empresa había iniciado con Cristina Bazán en 1978.
La televisión la acaparó a tal punto que ya era una actriz bastante reconocida cuando, ya a nivel profesional, debutó en el ámbito teatral. Fue con la obra Sirena, de Francisco Arriví, en el Teatro Tapia, en el marco del Décimocuarto Festival de Teatro del Instituto de Cultura Puertorriqueña, en 1972. Luego integró el elenco de la comedia griega Lisistrata, de Aristófanes, para el Festival de Teatro Internacional, también organizado por el ICP y presentada en la misma sala.
Una de las actuaciones que mayores elogios le granjeó por parte de la crítica fue su caracterización de «Chepilla» en la clásica zarzuela Cecilia Valdés, de Gonzalo Roig Lobo con libreto de Agustín Rodríguez y José Sánchez Archilla, presentada en el Teatro Tapia por la Compañía de Zarzuela y Opereta de Elsa Rivera Salgado, bajo la dirección de Antonio García del Toro, en 1985.
En la telenovela mexicana Soledad (Televisa, 1981), que protagonizaron Héctor Bonilla, Christian Bach, Libertad Lamarque y Edith González, también intervinieron los boricuas Orlando Rodríguez, Lucianne Silva y el cubano, radicado entre nosotros, Rolando Barral.
En la muy exitosa El maleficio (Televisa, 1983), escrita por Fernanda Villeli y dirigida por Raúl Araíza, compartió con dos talentosos compatriotas: Rey Pascual y el prematuramente fallecido Nelson Milián (1960-1991). Caracterizó el personaje de «Inés».
En Amalia Batista (Televisa, 1983), cuya pareja protagónica fue la formada por Susana Dosamantes y Rogelio Guerra, compartió con otra admirada figura de la televisión puertorriqueña: la cubana Maribella García.
Durante la década de los ‘80, sus trabajos más relevantes fueron en las obras Clemente, el Musical, protagonizada por Pedro Telemaco (CBA, 1986); Cuando él es Guadalupe (Teatro Georgetti, 1987); La casa de las hojas azules, de John Guare (Sala Experimental René Marqués, del CBA, 1988) y Flor de presidio, de Juan González Bonilla (Teatro Tapia, 1989).
En reconocimiento a sus 40 años de trayectoria artística y en el marco del V Festival de Arte El Cemí, que también se le dedicó, en 1989 se le otorgó el Premio Carlos Busquets. Por el mismo motivo, la organización del Festival de Popularidad Codazos le confirió el Agüeybaná de Oro.
Esta admirada actriz puertorriqueña falleció en el Hospital HIMA, de Caguas, en horas de la mañana del jueves 9 de agosto de 2012. Luego de su velatorio en la Funeraria González Lago, en Río Piedras, fue sepultada en el Cementerio Borinquen Memorial III, en Carolina. Su madre, Carmen Becerril, de 101 años de edad, estuvo presente en ese momento.
M.L.O. / KTA.
Agosto 12, 2012.