
Una de las más eminentes novelistas puertorriqueñas de las últimas décadas, Esmeralda Santiago, hizo ante sus compatriotas la presentación mundial, en español, de su recién editada obra, Conquistadora, en la Sala de la Facultad de la Universidad del Sagrado Corazón (USC), el jueves 14 de julio. Recibió la bienvenda en el auditorio por parte de Nina Torres Vidal, profesora del USC, traductora y autora de la introducción a otra novela de esta escritora, Casi una mujer. Por su parte y con formato de entrevista, la doctora Carmen Dolores Hernández, hizo que la ilustre invitada conversara sobre los entresijos de su nueva propuesta literaria.
La doctora Hermández clasificó a Conquistadora como una “novela épica”, una más en el proceso creador de Esmeralda, quien reitera que Puerto Rico ha sido siempre un centro internacional de migraciones. “Puertorriqueña en la frontera misma”, dijo sobre la escritora, quien radica en Westchester County, Nueva York y tiene la necesidad de “explicarse después de haberse ido” y de analizar el drama humano de la migración. Esta vez, para Esmeralda Santiago se dio la oportunidad de retrotraerse al decenio de 1840 cuando se formó la nacionalidad puertorriqueña.
Su nueva novela, que le tomara diez años en escribir es, además, investigativa en cuanto desafía lo que respecto a Puerto Rico ha sido cierto, la ausencia de abundantes informes, diarios y testimonios humanos escritos sobre los campesinos sin tierra, arrimados o esclavos. “Nuestros pardos están olvidados”, dijo Esmeralda con acento rotundo.

“Soy una persona pragmática... No veo ni creo en fantasmas o en gente que me habla, como desde ultratumba. A menudo me niego a creer en esas cosas. No soy una persona visionaria. No obstante, esta novela surgió así, como una visión de «Ana» que me llevó al proceso de investigación de mi propia familia, vecinos, hasta que llegaría a Juan de Santiago en 1845, y el inicio de una búsqueda más minuciosa en archivos históricos españoles”.
La autora, quien regularmente escribe en inglés, defiende el valor de las buenas traducciones que “hacen que no se pierda las esencia del libro original”. Afirma la influencia de la novelística rusa, en su apreciación del género. También ama a Dickens, Flaubert y el sentido de aventura de George Elliot. Da siempre lo mejor de sí, escribe de corrido sin corregir, hasta una lectura final, donde quita y pocas veces añade al texto. “Escribo lo que me gusta leer”, confiesa como garantía de cuán satisfecha se siente sobre sus trabajos. “Nunca el público de lectores leerá algo que yo misma desapruebo”.
Una de las confesiones que hizo Esmeralda Santiago en la sala de la USC fue sobre una etapa de enfermedad y silencio literario forzado tras haber sufrido un infarto. Por dos años ni pudo leer ni escribir.
A través de la emocionada bienvenida de Torres Vidal a la escritora, se pudo repasar algo que ya sabíamos por sus primeras novelas (e.g., Casi una mujer, Vintage, 1999), que Esmeralda Santiago (cariñosamente llamada «Negi» por su familia), vivía en el barrio rural de Macún para 1961 antes de mudarse a los Estados Unidos; que ha sido aficionada a bailar salsa y que se destacó como actriz durante sus años de preparatoria, como intérprete de «Cleopatra» en la New York's Performing Arts High School.
En 1976 se graduó de la Universidad de Harvard, Magna Cum Laude. Y, un año después, fundó con su esposo Frank Cantor, una firma mediática y filmica, CANTOMEDIA, que ha ganado muchos premios de excelencia por sus documentales. Hizo una Maestría en Literatura Creativa en el Colegio Sarah Lawrence y posee varios Doctorados Honoris Causa en Letras conferidos por instituciones como el Trinity University, Pace University, Metropolitan College y la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez. ![]()