En su nueva novela, Conquistadora, Esmeralda Santiago
 Explora la historia de sus antepasados a partir de 1840,
 impartiéndole dosis de ficción
Por Carlos López Dzur
KooltourActiva
 

Una de las más eminentes novelistas puertorriqueñas de las últimas décadas, Esmeralda Santiago, hizo ante sus compatriotas la presentación mundial, en español, de su recién editada obra, Conquistadora, en la Sala de la Facultad de la Universidad del Sagrado Corazón (USC), el jueves 14 de julio. Recibió la bienvenda en el auditorio por parte de Nina Torres Vidal, profesora del USC, traductora y autora de la introducción a otra novela de esta escritora, Casi una mujer. Por su parte y con formato de entrevista, la doctora Carmen Dolores Hernández, hizo que la ilustre invitada conversara sobre los entresijos de su nueva propuesta literaria.

La doctora Hermández clasificó a Conquistadora como una “novela épica”, una más en el proceso creador de Esmeralda, quien reitera que Puerto Rico ha sido siempre un centro internacional de migraciones. “Puertorriqueña en la frontera misma”, dijo sobre la escritora, quien radica en Westchester County, Nueva York y tiene la necesidad de “explicarse después de haberse ido” y de analizar el drama humano de la migración. Esta vez, para Esmeralda Santiago se dio la oportunidad de retrotraerse al decenio de 1840 cuando se formó la nacionalidad puertorriqueña.

Su nueva novela, que le tomara diez años en escribir es, además, investigativa en cuanto desafía lo que respecto a Puerto Rico ha sido cierto, la ausencia de abundantes informes, diarios y testimonios humanos escritos sobre los campesinos sin tierra, arrimados o esclavos. “Nuestros pardos están olvidados”, dijo Esmeralda con acento rotundo.

 “A veces el público quiere que el novelista ya aclamado siga haciendo lo mismo, una literatura circunscrita a lo histórico,
  sin dar alas de imaginación o libre ficción a los personajes”.
 
Con el personaje central de «Ana» – Ana Larragoity Cubillas – y el afán de dar la descripción del cuadro de la sociedad a que su personaje pertenece, su novela crece. La llevó a investigación y a leer abundantemente sobre la historia puertorriqueña desde el hito representado por la Real Cédula de Gracias, pasando por la epidemia de cólera que diezmó la población en el Siglo 19 y punto en la vida de la ruralía en que comenzará a hilar las vidas de sus personajes antes de arribar al “presente” que le interesa.
 
Como personaje, «Ana» es una mujer diferente a mí, porque yo fui una niña de una familia de campesinos sin tierra y ella es una aristócrata que viene con tierra” y advierte que a veces el público quiere que el novelista ya aclamado siga haciendo lo mismo, una literatura circunscrita a lo histórico, sin dar alas de imaginación o libre ficción a los personajes. “Esta es novela es histórica, pero tiene su magia.
 
“Ha sido una cosa misteriosa que, al comenzar a escribirla, no sé de dónde viene... Sé que tuve la necesidad de expresar, a través de «Ana», el amor a la tierra y traer a la luz la humanidad que, en todos sus aspectos, tienen los personajes, la concubina, el capataz, ella como la propietaria o hacendada, lo bello junto con lo feo, los modos con que se quieren algo, junto a lo que no se quiere, lo poético y violento que pueden coexistir, como en los poetas... Esto es visible en «Ana», mujer atrevida, poco sentimental, que no centra su vida alrededor del hijo, sino de la tierra... Por eso te mencioné que «Ana» es muy distinta a «Scarlet» (el personaje femenino), de Gone With the Wind y del que me mencionaste paralelos [...]”, dijo la autora y agregó:

“Soy una persona pragmática... No veo ni creo en fantasmas o en gente que me habla, como desde ultratumba. A menudo me niego a creer en esas cosas. No soy una persona visionaria. No obstante, esta novela surgió así, como una visión de «Ana» que me llevó al proceso de investigación de mi propia familia, vecinos, hasta que llegaría a Juan de Santiago en 1845, y el inicio de una búsqueda más minuciosa en archivos históricos españoles”.

La protagonista de Conquistadora es una jóven peninsular que siente una gran atracción por Puerto Rico, gracias a los diarios personales de un ancestro que había viajado a la Isla con Juan Ponce de León. Esa misma pasión es la que la motiva a mudarse a la Isla tras heredar unas tierras”.
 
Aunque Esmeralda Santiago siempre ha escrito sobre Puerto Rico, esta es la novela que le marcó la oportunidad de explorar al país, desde el inicio de la colonización española, enfoque que no había novelado en sus libros previos que incluyen Cuando yo era puertorriqueña, comúnmente admitida como la primera de tres libros de “memorias”, el segundo y tercero de los cuales son Almost a Woman, adaptado como película por la serie PBS Masterpiece Theatre y, finalmente, The Turkish Lover, aparecido como uno de los mejores libros en las listas el 2003 y 2004.
 
Su primera novela formal fue América's Dream, que ha sido publicada en seis idiomas y su personaje de «América González», tornado en todo un símbolo. Esta ha sido llevada al cine bajo la dirección de la cineasta Sonia Frtiz.
 
Un infarto cardíaco le impidió escribir durante dos años. 
  

La autora, quien regularmente escribe en inglés, defiende el valor de las buenas traducciones que “hacen que no se pierda las esencia del libro original”. Afirma la influencia de la novelística rusa, en su apreciación del género. También ama a Dickens, Flaubert y el sentido de aventura de George Elliot. Da siempre lo mejor de sí, escribe de corrido sin corregir, hasta una lectura final, donde quita y pocas veces añade al texto. “Escribo lo que me gusta leer”, confiesa como garantía de cuán satisfecha se siente sobre sus trabajos. “Nunca el público de lectores  leerá algo que yo misma desapruebo”.

Una de las confesiones que hizo Esmeralda Santiago en la sala de la USC fue sobre una etapa de enfermedad y silencio literario forzado tras haber sufrido un infarto. Por dos años ni pudo leer ni escribir.

A través de la emocionada bienvenida de Torres Vidal a la escritora, se pudo repasar algo que ya sabíamos por sus primeras novelas (e.g., Casi una mujer, Vintage, 1999), que Esmeralda Santiago (cariñosamente llamada «Negi» por su familia), vivía en el barrio rural de Macún para 1961 antes de mudarse a los Estados Unidos; que ha sido aficionada a bailar salsa y que se destacó como actriz durante sus años de preparatoria, como intérprete de «Cleopatra» en la New York's Performing Arts High School.

En 1976 se graduó de la Universidad de Harvard, Magna Cum Laude. Y, un año después, fundó con su esposo Frank Cantor, una firma mediática y filmica, CANTOMEDIA, que ha ganado muchos premios de excelencia por sus documentales. Hizo una Maestría en Literatura Creativa en el Colegio Sarah Lawrence y posee varios Doctorados Honoris Causa en Letras conferidos por instituciones como el Trinity University, Pace University, Metropolitan College y la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez. 1-fin

C.L.D / KTA.
Julio de 2011.

 

 

 

 

 

 

 

 
 
 
 
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