Félix Alduén Caballery

A este cantante, compositor, director de conjunto y artesano y tocador de barriles bomberos y panderos pleneros (n. en Sábalos, Mayagüez, agosto 16, 1926 – m. en Barrio Castillo, Mayagüez, agosto 11, 2003) un gran sector de los conocedores lo considera el más importante exponente contemporáneo de la bomba mayagüezana. De origen muy humilde. Era hijo de Leopoldo Alduén y María Luisa Caballery. Tuvo cinco hermanos quienes, al igual que sus progenitores, también sobresalieron como intérpretes de bomba y plena. Desde su adolescencia trabajó como peón de cañaveral y, en determinadas etapas de su vida, se procuró el sustento laborando en fábricas manufactureras de la Zona Libre y como pescador. Fue, igualmente, un apasionado del deporte del béisbol, habiendo destacado como receptor, árbitro y dirigente en el aficionismo.  

Nuestro biografiado hizo sus pinitos en esta expresión folklórica encaminado por el artesano constructor de barriles Demetrio Franceschini cuando contaba once años de edad. Tanto de éste como de otros maestros aprendió a repicar y construir y los tambores e, incluso, numerosas tonadas, no pocas  de las cuales vocalizaba en los lenguajes ñáñigo y creole. Gran parte de su actividad musical más trascendente la desarrolló en Nueva York a partir de 1960. En la Gran Urbe formó parte de Los Pleneros de Montañez y del conjunto de Ángel Luis Torruellas. Al regresar a su patria, se estableció en el barrio Castillo y organizó el grupo que llevaba su nombre, Félix Alduén y Sus Tambores, que también identificaba como Félix Alduén y Sus Muchachos.

A pesar de la popularidad que fue capaz de granjearse por sus presentaciones en eventos culturales celebrados en municipios de todo el país, este gran maestro de la bomba no tuvo oportunidad de grabar hasta que, en 2001, fue reclamado para participar en el documental Raíces y en la grabación del compacto con la música del mismo (BPPR-2001-CD), auspiciado por el Banco Popular de Puerto Rico. Poco después, el productor musical de ambos proyectos, el virtuoso trombonista William Cepeda, se dispuso producirle su primer disco frente a Sus Tambores. En esta grabación, que se tituló Candela / Bomba de Mayagüez (Carimoods / Casabe Records), don Félix Alduén incluyó sus composiciones Adiós, que me voy, Agua con azúcar, Corabe, Dale, Gerónima, Landié, Liberte / Obli mable, María, María, Me le da memoria y Tócame la bomba, abarcando los estilos güembé, holandé y leró.

Muy lamentablemente, falleció en el Centro Médico de su ciudad natal a consecuencia de un fallo respiratorio sufrido mientras dormía en su humilde residencia en Parcelas Castillo durante la madrugada del lunes 11 de agosto de 2003, antes de que su disco saliera al mercado. Pocos meses antes – entre febrero y abril – había agotado una gira con su grupo por Estados Unidos que abarcó Filadelfia, Milwaukee y Nueva York. Tras su desaparición física, su nieto José Millán Alduén asumió la dirección del conjunto, que ahora se identifica como Los Tambores de Félix Alduén. Don Félix estaba casado con Alicia Durán y frutos de esta unión son Álida y María Luisa. 1-fin

 

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