1966: HACE 50 AÑOS, EL INOLVIDABLE TITO RODRÍGUEZ (1922-1973) RETORNÓ DEFINITIVAMENTE A SU PATRIA Y ESTRENÓ LA QUE SERÍA SU FAMOSA PAGODA EN LA AVENIDA McLEARY, EN SANTURCE.

 

Antes de que terminara el año, no quería dejar pasar por alto el siguiente detallito para compartirlo con mis amigos: hace exactamente medio siglo, el venerado bolerista y rumbero Tito Rodríguez (1922-1973), gloria y orgullo de Puerto Rico, regresó con carácter definitivo a su patria, pues era muy s...olicitado por sus compatriotas.

Claro que, par de años antes de su retorno, había encomendado al prestigioso arquitecto Ángel Avilés Negrón ‒ hermano de Hernando, la célebre primera voz original del Trío Los Panchos ‒ el diseño y construcción de una “pagoda” (entiéndase, casa al estilo tradiciomal japonés) en el predio que había adquirido en la Avenida McLeary, aledaño al Condado, en Santurce. Su intención era halagar a su esposa Takeko Kunimatzu (1926-1985), conocida durante su etapa como vedette del muy exclusivo cabaret neoyorkino China Doll bajo el nombre de Tobi Key. Aunque nacida en Washington, EE.UU, ella era hija de japoneses y solía identificarse como japonesa. Tito también se refería a ella como “la japonesa” o “mi japonesa”. Se casaron en 1948 y procrearon a Cindy y a Tito Jr. (cantante y timbalero, respectivamente).

El caso es que, pocos años después, cuando se le diagnosticó su padecimiento de leucemia, Tito se puso al cuidado de quien sería su médico de cabecera hasta el final de sus días, Ángel Luis Rodríguez Rosado. Este galeno era un fervoroso admirador de Tito. Médico y paciente desarrollaron una entrañable amistad. Al punto de que, casi al final de su vida y, entonces, Rodríguez Rosado próximo a contraer matrimonio, le vendió la pagoda.

Lo significativo de esta historia es que, en homenaje a su ídolo, amigo y paciente, el doctor Rodríguez Rosado mantuvo su peculiar residencia tal y como la había dejado Tito, sin cambiar de lugar la memorabilia que el venerado cantante le obsequió. Más aún, los tres primeros de los seis hijos que procreó con su esposa, a quien apodaba «Bucha», los bautizó con nombres que evocaban al insigne vocalista, compositor y director de orquesta boricua: Tito, Tato y Tuto Rodríguez. Creo que a una de sus hijas, Mary Ann o Mariblanca, la apodaba “Tita”.

El doctor Rodríguez Rosado falleció el 5 de mayo de 1995. Desde hace varios años, la eterna “Pagoda de Tito Rodríguez” es propiedad de otro adorador del legado del legado de «El Inolvidable», Gilberto Santa Rosa, quien la habita junto a su bella y famosa esposa Alexandra Malagón, manteniéndola como su museo personal y allí estableció su oficinha. ─

 

MLO./ KTA 2016