La vida es puro teatro, ¿será?. Cuando hablamos de arte en general, hablamos pues, de la vida en sí, porque cada una puede tomarse como génesis de la otra. Para explicarlo ya habrá tiempo después. Ahora lo que me ocupa son las artes escénicas como vehículo de cambio, su responsabilidad transformadora, muy especialmente dentro del contexto de una sociedad con un guión tan descompaginado en lo que respecta a lo socio económico, como el caso de Puerto Rico.
 
Puerto Rico atraviesa por una de las peores crisis de imágen a nivel internacional, que ha dejado de manifiesto una decadencia en el aspecto social, cultural y de consecuencia lógica, económica, que muchos han atribuido de manera simplista a una degeneración política institucionalizada. En opinión muy personal, señalo que aunque es cierto, ello es sólo parte de la problemática, una manera muy ligera de abordar la situación.
Podemos ser simplistas al hacer señalamientos. Tirar una monedita al aire, Cara: “Teatro, lo tuyo es puro teatro, falsedad bien ensayada, estudiado simulacro”(La Lupe -Santiago de Cuba, 23 de diciembre, cantante) ó []Crúz : la vida es una obra de teatro que no permite ensayos- Charlie Chaplin (Londres, Inglaterra, 16 de abril de 1889- actor). Yo, entre ambas alternativas, cara ó crúz, opto por la segunda, la vida no permite ensayos, y al igual que en el teatro, no importa cuánto se ha ensayado, una vez frente al público en medio del escenario, sólo la preparación y la experiencia podrán hacer frente a los imprevistos. Preparación y experiencia…como la vida misma.
 
Aquí mi analogía del teatro y la vida, aunque aplica a todo arte, pues considero convencidamente que no existe método educativo más eficaz, de múltiples alternativas y liberador, porque simplemente comienza cambiando el pensamiento, no dogmatiza, por el contrario, nos convierte en analíticos, reflexivos. Eso nos falta…
De las consideraciones sobre teatro con las que más de acuerdo estoy, son las contenidas en Los tres usos del cuchillo, obra clave de uno de los pensadores-dramaturgos contemporáneos más comprometidos con la creación artística y su entorno, David Mamet (Chicago en 1948):
Teatralizamos por naturaleza. Por lo menos una vez al día damos una nueva interpretación, expresamos la percepción que tenemos del universo que nos rodea en ese momento….
 

Muy independiente a la diversidad de opiniones que se tienen sobre la obra de Memet, esa aseveración en específico, me parece una gran verdad.

 

Para Memet, mediante el teatro, el actor aprende a conocerse, a ubicarse en el espacio, a utilizar el cuerpo y la voz. Le hace desarrollar un sexto sentido, una especie de intuición. Para mí, la sociedad es la obra en la que no sólo somos actores sino también espectadores.

 

Para él, teatro es aquel que satisface la necesidad humana de ordenar el mundo y darle sentido. No es que el arte descubra una gran verdad, pero mitiga el conflicto, exteriorizándo más que racionalizando….. por eso les dije anteriormente, no dogmatiza, nos vuelve analíticos, digo,…el buen teatro.

 

El autor expone que el teatro brinda la oportunidad de enfrentarnos a nuestra naturaleza y nuestras acciones. Pero más importante, enfatiza la necesidad de repensar el teatro tramposo y autocomplaciente que defiende la sociedad mediática occidental. Esto último lo explico en el contexto boricua, y no como el autor…

Por mucho tiempo, nuestro país por ejemplo, tuvo un Departamento de Instrucción Pública, hasta que “salió el Genio de la botella” y entendió que debió ser Departamento de Educación Pública. En ese mismo Departamento, se encubo una División de teatro comunitario, que generó en lo que sería más tarde una naciente industria cinematográfica de gran contenido educativo, cultural e histórico, que sirvió para empoderar las comunidades más marginadas haciéndole accesible las oportunidades. Una época en que nuestra sociedad era más educada que instruída, porque el mensaje que había detrás de ese vistoso teatro rodante o películas blanco y negro, era una temática que recurría a su entorno, que lo llevaba a reflexionar sobre su realidad inmediata. Esta muy bién cimentada industria artística fue cuna de inumerables figuras que trascendieron los limites geográficos para despuntar en escenarios y pantallas internacionales. Había calidad, compromiso, pertenencia, pero sobre todo, libertad en ese algo que contar.

Los medios:  radio, cine y televisión... y ese teatro del que nació formaban parte de un gobierno como complemento y no como pertenencia, como útil botín. Era una época, en que irónicamente, había menos recursos, pero más progreso y menos conformismo.

En nuestro Puerto Rico de hoy, parece que los seudo-líderes que pasan por las posiciones de poder son producto de ese primer Departamento de Instrucción, porque la instrucción, si se queda en ese plano, no educa. Instruírte es llenar tu cabeza de datos que te facilitan la transición hacia un ser con educación. Educar es sintonizarte con tu entorno, tener el equilibrio perfecto entre sensibilidad y razón. No llegar a la perfección, pero sí, siempre perseguirla en cada desición tomada.

Estos seres que toman desiciones en nuestro país, los primeros azotes que dan para resolver las crisis que ellos mismos provocan, son a las instituciones culturales o artísticas, …!obvio! no entienden su potencial o tal vez….es que para ellos, calladitas se ven más bonitas. Porque el que entiende la fuerza para cambiar conciencia y actitudes que tiene el mensaje de un buen libro, de una televisón o pantalla grande con contenido, lo utiliza como herramienta y no los limita.

Toda plataforma de comunicaión con contenido social – educativo puede ser comercial también, no es excluyente. Como no debe ser excluyente tampoco el culto a la belleza fisica que se proyecta en nuestros medios en relación a la capacidad de razonar. Aporta más a la economía una sociedad educada que no degenera en problemáticas sociales que los politicos que las provocan. Tenemos que aprender a conocer lo que somos y no lo que otros quieren que creamos que somos. Nunca vamos a amanecer con nieve, pero si podemos verla en geografías hermanas si tenemos puentes que nos unan y no muros que nos separen. Para eso sirve la creación artística como lenguaje universal. Para unificar, para poder ver al mundo como una sociedad única. Hay que crecer del cuello hacia arriba, (en dirección al cerebro,)…. Se crece leyendo, porque los libros nos hacen accesible el universo y con la práctica, aprendemos a disernir el contenido.

Mientras nuestros líeres siguen esperando que el genio le salga de la botella, afortunadamente hay una nueva generación que ya se dió cuenta que el genio de esa botella se había escapado hace mucho tiempo, se refugió en la biblioteca y los ha motivado a gestar micro espacios para el arte plástico, teatral, literario y cinematográfico que están creciendo vertiginosamente porque parten de la libertad, del autoconocimiento y el compromiso.

Crece Leyendo es un programa de fomento a la lectura en diversas comunidades mexicanas y cuyas lecturas en voz alta están bajo la tutela de reconocidas figuras, entre ellas Angélica Aragón. Este proyecto, particularmente a través de esta reconocida actriz, es el mejor ejemplo de que al hacer accesible el conocimiento se disminuyen las desigualdades sociales, y que al contrario de lo que plantea la desinformación mediática de hoy, la belleza y el conocimiento si pueden residir en un mismo ser. La actriz Angélica Aragón, es y ha sido uno de los rostros más hermosos que nos ha regalado México. Más ello, no ha sido la base de una sólida carrera que la ha llevado a conquistar los escenarios, televisión y cinematografía internacional. Ha sido y es su complemento. Su vigencia, el haber trascendido generaciones, viene del conocimiento. Del conocer quién es, qué es lo que quiere decir y cómo, poder conectar con todo tipo de público, porque el conocimiento sensibiliza. De su amplia y multicultural formación académica y de su íntimo y temprano contacto con diversas ramas del arte, adquirió uno de los vicios más deliciosos que pueda probar un mortal,… el del continuo deseo del conocimiento. Su presencia, tanto escénica como personal se perpetúa como referencia. Su nombre, entre otros se crece, porque la Sra. Aragón ha crecido leyendo…

Me pregunto, si cuando algunos de los que conforman los melodramas que ocupan las pantallas hoy día, tengan los años de trayectoria de la Sra. Aragón, ¿alguien los recordará o al menos el contenido de su obra? Creo que será más fácil volver a entrar el genio a la botella…

RELO/ KTA 2016